sábado, 30 de enero de 2016

KADIDIA - Un pequeño milagro


ESPECTACULAR RECUPERACIÓN DE KADIDIA



Kadidia domingo 31-1-2016

Kadidia domingo 31-1-2016









KADIDIA actualmente

Han pasado ocho meses desde que volvimos del hospital de Dakar. Aquellas bonitas imágenes que tantas veces visualizamos en nuestra mente, en tantos malos momentos, han podido por fin hacerse realidad. Una vez en Kedougou, Kadidia estuvo durante tres meses recibiendo masajes diarios junto a Elahj, un masajista encantador y discapacitado, que supo rehacer su vida como tan bien lo está haciendo Kadidia. Después, Kadidia recibió rehabilitación durante cuatro meses junto a su gran amigo de confianza, Baabaen. ¡El cambio empezó a vislumbrarse! Los dedos de los pies se movían solos a base de calambres involuntarios. ¡La sensibilidad volvía a su cuerpo y sus ánimos viraban a color verde radiante! Nunca olvidaré su llamada telefónica cuando yo me encontraba en España y me dijo: “Paula, he dado mis primeros pasos”. Difícil describiros la emoción y los sentimientos que afloraron en mí. Sin duda ninguna, me emocioné, pues había sido mucho tiempo el que habíamos pasado reprimiendo los pensamientos negativos y a su vez los más comunes en la gente de alrededor. Tuvimos que escuchar demasiadas veces: “Y qué será ahora de ella sin poder andar”, “nadie podrá hacerse cargo de ella”, “llegamos demasiado tarde”, “no podrán curarla”, “aún no puede andar”… y tantas otras frases profundamente dañinas para alguien que lo único que ha hecho ha sido luchar y siempre seguir hacia delante. Una vez más, digo alto y claro, que quién lucha y no se rinde ni desiste, obtendrá aquello que andaba buscando.

Hace dos meses Kadidia fue a una revisión a Dakar. Todo el mundo estaba sorprendido de verla caminar. En esos momentos caminaba despacio y sin apoyos sólidos, ¡pero caminaba! El Dr. Thioub, cirujano de Kadidia, quien nos advirtió tantas veces de que no nos entristeciéramos si el resultado no era el esperado debido al retardo en el diagnóstico y en las operaciones… quién nos enseñó los escáneres de Kadidia y su gran lesión medular. Ni siquiera él pensó en este precioso resultado. El Dr. Thioub, al que agradecemos tanto su paciencia (infinitas preguntas y presiones que ejercíamos sobre él cada día) como su enorme profesionalidad. El Dr. Seye, cinesiterapeuta de Kadidia, quién no se sorprendió tanto al verla pues fue la única persona que nos dio soplos de esperanza desde el primer día que vio a Kadidia en una cama paralizada, diciéndonos que Kadidia podía recuperarse. Cada una de las personas que siguieron su evolución en el hospital, dibujaron una inmediata y sincera sonrisa en cada uno de sus rostros al ver a Kadidia de pie. No podemos olvidarnos de nuestra gran amiga Lara, de la ONG DaMan,  y su ayuda incondicional. Su amigo Nacho, el ucista al que acudíamos con tantas preguntas y que siempre sacaba tiempo para responderlas. Joel, de Médicos del Mundo, y su mujer Evelyn, que con tanto cariño nos socorrieron en ese impasible hospital. A Javi y a Juana que nos acogieron en su casa como si de su familia se tratara. ¡Me faltan palabras de agradecimiento!

Tras su vuelta de Dakar y tras el diagnóstico tan positivo del Dr. Thioub: “Paula, ahora podemos decir que Kadidia está curada”, suspendimos la rehabilitación con Baabaen ya que el propio ejercicio diario que ya podía hacer ella sola la bastaría para seguir rehabilitando y reforzando músculos.

A día de hoy, digo con extrema felicidad y lágrimas en los ojos, que Kadidia hace una vida completamente normal, anda como cualquier otra niña de su edad y ¡corre para no llegar tarde al colegio!

No penséis que esto ha sido debido sólo a los esfuerzos de los que estuvimos presentes, pues sería un enorme error. Cada frase de ánimo y asistencia en la distancia y cada ingreso de ayuda para poder sufragar todos los gastos, fueron la base de lo que ahora podemos llamar ESPECTACULAR RECUPERACIÓN. Tú también formaste parte de esto. Os estaremos siempre enormemente agradecidos. Desgraciadamente, la mayoría de personas en este país no tienen la suerte que ella tuvo, pero ella está  teniendo una segunda oportunidad gracias a vosotros.

Nadie mejor que ella puede transmitiros todo aquel largo proceso. Para acabar, os dejo aquí una carta escrita por Kadidia, con cariño y lágrimas, para todos vosotros.

“Me puse enferma durante el mes de febrero de 2015. En esos momentos mi cabeza me dolía a todas horas. Creí que era sólo un simple dolor de cabeza. Tomaba medicamentos y el dolor disminuía un poco. Fui al hospital y el médico me dijo que era problema de la tensión. El médico me recetó hierro y comencé a tomar los medicamentos. El dolor cesó durante varias semanas y no sentí dolor. Más tarde, la cabeza comenzó a dolerme de nuevo y el dolor aumentaba aún con medicación. El ruido me hacía daño y no comía apenas. Mis ojos se volvieron débiles. Tenía vértigos. Mis pies empezaron a dolerme y llegó un momento donde ya ni los sentía. Tampoco las manos. Los pies se hincharon y me hacían mucho daño. Sufría muchos dolores y de vez en cuando me decían que tenía crisis.

Me llevaron a Dakar ya que en Kédougou no había medicamentos ni medios para curarme. En Dakar, Paula, Antares y mi madre estuvieron conmigo en el único hospital que quizás podía curarme. Fue allí donde me vieron y supieron la enfermedad que tenía. Me hicieron análisis y pruebas y me dijeron que tenía meningitis e hidrocefalia. Me hicieron muchas operaciones. Mis pies estaban paralizados y no podía andar. Estaba apenada y desconsolada con la vida. Sólo quería morir…pero gracias a Paula, Antares y la ONG DaMan, pudieron curarme y me sentía cada vez mejor. Comenzaron a hacerme masajes durante tres meses y al cabo del tiempo comencé a sentir, a tener sensibilidad de nuevo. Los movimientos llegaron poco a poco a los pies y comencé a andar. A día de hoy puedo andar y correr así como hacer todas las labores necesarias del día a día. Estoy muy feliz porque me han salvado la vida y puedo disfrutar de mi hija Angel. 

Gracias a Paula, Antares, la ONG DaMan y la ayuda de mucha gente, pude vivir y nunca desalentarme del todo. ¡Estoy viva! Estoy feliz porque empiezo la vida de nuevo. Hace ya más de un mes pude reanudar mis estudios. Agradezco a todos lo que me apoyaron y pensaron en mí cuando estuve enferma. Agradezco a todos los médicos que me salvaron como el Dr.Thioub, el Dr.Seye o mi amiga Lara. Agradezco a mi gente más cercana que han estado conmigo como Paula, Antares y mi madre que me cuidaron día a día. 

Gracias por todo. Jamás, jamás, jamás podré olvidar esta etapa durante toda mi vida. No dejaré nunca de agradeceros.”

                               Fdo: Kadidia Diallo