viernes, 10 de mayo de 2013

Viaje a Casamance (II)

Preciosa ceiba ubicada en el camino Diembering-Boucotte
En la isla de Djourauatóu pudimos observar el proceso de recogida del popular vino de palma. Tras realizar un pequeño embudo a partir de unas resistentes hojas, lo introducen en lo alto de la palmera. Bajo éste, unirán una botella durante días para que el vino de palma vaya goteando. Para llegar hasta ese punto, el más alto de la palmera, el hombre local se sirvió de una simple cuerda que unía el tronco del árbol y su cintura, subiendo y bajando únicamente por contrapeso. Sencillamente impresionante. 

El gusto del vino de palma es un tanto especial; la primera vez que lo probé, me pareció haber bebido el líquido de una lata de berberechos :) En todo caso, resulta apetitoso.