jueves, 28 de agosto de 2014

¡Hasta siempre Penda!¡Hasta siempre Begne!

Con Mari durante los bailes de una boda
La primera tormenta del año empezó muy pronto, el día 10 de mayo exactamente, apagando aquel gran incendio que se propagó en Segou, pero la propia estación húmeda no ha llegado hasta hace poco; un mes y medio más tarde de lo habitual. Agricultores locales ya daban por perdidas algunas de sus cosechas. Las tormentas continuas por fin han llegado y traen de vez en cuando el añorado frío (añorado únicamente por mí, ya que ellos aborrecen las bajas temperaturas). A veces, les enferma antes un par de horas de viento fresco que trabajar durante toda una semana bajo el ardiente sol ¡El cuerpo es una máquina de costumbres! 

Paula ya da sus primeros pasos
A parte de la agricultura, ahora también emplean bastante tiempo en la ganadería. Durante la época seca únicamente recogen a los animales por la noche, dejándoles vagar durante todo el día en busca de alimento. Ahora, con los cultivos preparados en todo el pueblo y la aparición de leopardos y hienas, las reses serán vigiladas durante todo el día por gente local haciendo turnos de mañana, tarde y noche. 

Y es que no se trata de eliminar a escopetazos el problema de las hienas o leopardos, que únicamente cazan para sobrevivir en el mismo lugar donde queremos adentrarnos, sino de cuidar nuestro ganado y protegerlo como antiguamente se hacía y que aquí por suerte siguen practicando. No puedo evitar pensar en nuestro lobo ibérico y sus tristes problemas con ciertos “ganaderos” que se olvidaron en que consiste realmente la práctica de la ganadería.