jueves, 20 de noviembre de 2014

En busca de los últimos chimpancés de Senegal

Junto a Liliana Pacheco, Papa Ndiaye, Manuel Llana y Johny Dondo  en la Estación Biológica Fouta Jallon
Este mes he cambiado la ubicación de Segou por varias zonas elegidas dentro de la Región de Kedougou. Nuestro objetivo es ahora encontrar las zonas de presencia o ausencia de chimpancés en diferentes zonas desconocidas de esta Región. Estos meses diversas organizaciones dedicadas a la conservación del chimpancé del África del Oeste y a la protección de su hábitat tienen un apasionante proyecto en común. 

Días intensos viajando de pueblo en pueblo encontrando las posibles ubicaciones de los chimpancés por zonas aún desconocidas. La búsqueda de éstos a través de sus rastros como nidos, huellas, excrementos o restos de comida se convierte en el objetivo de cada uno de nosotros. 


En el reconocimiento e inspección de la primera zona estuve acompañada por mi guía Wandoo y por Marina, una gran compañera del IJGE. Sin duda Wandoo, la persona con la que más tiempo comparto, y que ya me conoce como la palma de su mano, era la persona más adecuada para acompañarme en este viaje. Su ayuda fue esencial y su compañía como siempre especial y entrañable. Marina, una chica apasionada que trabaja con ímpetu y una gran energía en la zona de Nandoumary, dentro de la Reserva de Dindefelo. Viajamos en moto atravesando arroyos, paja y hojarasca durante tres intensas horas hasta llegar a un pueblo perdido hasta ese día desconocido para nosotros. Dos chicas blancas y un estilizado senegalés aparcaron en un pueblo poco transitado. La casa del jefe del pueblo siempre es nuestro primer destino. Nos recibieron con una sonrisa y expectación. Nos cedieron asiento y nos rodearon curiosos. ¿Qué harán estas personas aquí? 

Tras casi dos años aprendiendo pulaar, logro comunicarme y mantener conversaciones pero a la hora de explicar la metodología y las razones de un proyecto de esta extensión, necesitaba la ayuda de mi buen amigo Wandoo. Los pocos que entendían francés eran los primeros en averiguar las razones de nuestra presencia allí, el resto tenían que esperar a la traducción de Wandoo :) Al cabo de los días fuimos ascendiendo hacia el norte de la región.

Esa semana nos encontrábamos haciendo prospecciones en paralelo con otros tres equipos. Éramos por tanto cuatro equipos en diferentes zonas de Kedougou, desplazados y movilizados por un mismo objetivo. Es un proyecto grupal, de la mano de muchas organizaciones implicadas y envueltas por y para una misma causa. Pero nuestro trabajo es improductivo sin la ayuda de la gente local. Nadie conoce mejor aquellas zonas lejanas que los lugareños. Un guía local nos orientaba y acompañaba cada día a las diferentes expediciones. 


De forma general, la población se implica al máximo aportando toda la ayuda posible, pero como en cualquier lado también existen personas que quizás por desconocimiento o por intentar sacar provecho de ciertas circunstancias decían conocer ciertos lugares que luego desconocían…nuestra experiencia en esta primera zona de prospección fue muy distinta a la segunda. En la primera zona encontramos ciertas personas sin miedo a engañar por únicamente obtener un dinero a cambio y tuvimos que aprender a filtrar y contrastar bien toda la información, que en general sólo se desalineaba únicamente por cinco o seis personas. En la segunda zona elegida de la región todos y cada una de las personas fueron honestas con las informaciones transmitidas. 

En mi segundo viaje seguí estando acompañada de Wandoo pero esta vez Antares sustituyó a Marina. Un divertido compañero del equipo del IJGE, que trabaja en el mismo emplazamiento que Marina, intentando salvar el valle de Nandoumary junto a Roberto, hábitat tan imprescindible y a la vez tan deforestado que conexiona y sirve de corredor para los chimpancés dentro de la Reserva y a su vez entre ésta y la zona vecina de Guinea. 

Las vertientes de Segou ya conocidas para nosotros fueron sustituidas por impresionantes roquedos y cascadas arrinconadas en lugares desconocidos. Lugares inaccesibles que con un buen desayuno, energías y un buen equilibrio eran explorados por nuestros ojos expectantes. Hasta llegar a aquellos lugares había que caminar y caminar, atravesar sabanas de grandes dimensiones apartando la paja de dos metros de altura de nuestro camino e intentando deslumbrar la cantidad de piedras situadas bajo ella. Tropezarte era más que habitual en esas condiciones. 

En especial, quedamos fascinados con la energía de dos guías locales. Su cansancio apenas se entreveía, aun descendiendo y escalando roquedos durante muchas horas a lo largo de todo un día. Uno de ellos incluso nos transportó por la tarde el pesado equipaje de un pueblo al siguiente, durante dos horas subiendo y bajando montañas con su bicicleta como si apenas hubiera trabajo durante todo el día. Llegó solo 15 minutos más tarde que nuestras motos… ¡Nada más que decir! 


Precisamente no eran sus “botas de montaña” las que amortiguaban el basto sustrato, pues iban provistos de unas únicas y finas sandalias, con la impresión cóncava bien grabada de su forma del pie. Respondían con interés a todas nuestras preguntas, y nos descubrían los interesantes datos de años pasados en esos lejanos lugares. Sus ojos curiosos preguntaban involuntariamente porqué inspeccionábamos tan detalladamente cada rincón de aquellos lugares, porqué tardábamos casi una hora en recorrer un kilómetro de bosque o porqué escribíamos a cada minuto datos y datos en máquinas y papel. Porqué nos interesaban tanto aquellos nidos de ramas rotas apiladas unas encima de otras, y por supuesto porqué recorríamos tantos kilómetros viajando de pueblo en pueblo para tratar de encontrar y escribir todo aquello. 

Tras el trabajo de varias semanas en campo, nos reunimos todos los equipos en la Estación Biólogica Fouta Jallon de Dindefelo para bajar los datos recogidos y hacer un primer análisis. La recogida de datos en campo y los posteriores análisis se realizan a través del Runbo y la innovadora tecnología Smart-CyberTracker. Queda aún mucho trabajo por delante y muchas prospecciones por hacer pero empezamos a hacernos una idea de la posible distribución de los chimpancés en esta Región de Kedougou. 

¡Juntos podremos hacer grandes cosas y obtener grandes resultados! 

Junto a Wandoo y Oumar Alpha en la cascada de Lesfello
Seguiremos trabajando :)

 ¡Hasta pronto!

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