jueves, 11 de abril de 2013

¿El agua?


Sin duda alguna, uno de los grandes problemas de este año es la escasez de agua. Esta época seca está siendo difícil. No se recuerda un año así. 
Muchos pozos y forage que nunca se habían secado, este año a mes de marzo y abril ya se han secado. El pozo de mi casa se queda sin agua la mayoría de las tardes, algo inexistente en años anteriores. Es un gran problema que asusta. Asusta un poco pensar que pasará dentro de un mes cuando el calor alcance su punto máximo. 

Puntos de agua permanentes ubicados en diferentes zonas de los diversos sites donde el Instituto Jane Goodall está presente, ya no lo son; ya hace varias semanas que no existe agua en esas zonas. ¡Y qué decir de la cascada tan conocida de Dindefelo! Nunca nadie había visto caer esa poca cantidad de agua desde lo alto de sus 125 metros de altura. 

Los bosques de galería típicos de determinadas zonas, ahora son bosques degradados y muy secos; la actividad habitual de los chimpancés en estos últimos años localizada en estas zonas, ya no existe. Es común el desplazamiento de éstos a otros lugares donde, por ahora, queda agua. Esperemos que el problema no sea tan grave como puedo llegar a prever. 

La población local se da cuenta de la situación pero tengo la sensación de que no les asusta demasiado. Puede que no tengan intuición de lo que pueda ocurrir en un futuro próximo o simplemente crean que es algo pasajero. 

Este fin de semana pasado he visto por fin, desde llegué aquí, el cielo cubierto de nubes completamente. Se han originado vientos bastante fuertes llevando consigo arena y a veces el algodón típico del árbol llamado Yowé. Puede decirse que observar todo el algodón del Yowé elevarse por el viento puede ser lo más parecido que pueden tener aquí a una nevada propia de mi tierra burgalesa :) 

El domingo, por fin, llovió durante toda la noche, pero sin duda el viento fue el principal protagonista. Cuando el viento viene fuerte, resguardarse en las casas es lo habitual. El viento previo trae consigo olor a lluvia y humedad, así como el típico caos de hojas y arena volando sin control ninguno. Los sonidos del fuerte movimiento de las ramas de los mangos auguran un pequeño cambio de tiempo. Esa noche siempre se duerme mejor. El ambiente se refresca sin duda. 

Y os preguntaréis...¿porqué la foto de los mangos? Pues bien, ahora es la época de comer mangos (tengo la suerte de vivir rodeada de ellos y poder comer una media de cuatro al día :P) pero...este año los mangos son mucho más pequeños que los años anteriores...¿adivináis porqué? 

¡Hasta pronto! :@

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