sábado, 15 de junio de 2013

Hasta siempre Hally

Hoy dedicaré el siguiente post a Hally, una gran mujer local que me hizo pasar muy buenos momentos y a la cual tenía un cariño especial. Hace poco tuvimos que decirla adiós repentinamente. Intentaré transmitir con palabras lo que viví esos días pero creo que no podré traspasaros ni la mitad de sensaciones que pude sentir. 

La llegada a la casa de Kumba y Hawa con los ojos bastante llorosos, no indicaba buenas noticias. La abuela de la familia había fallecido. Me quedé atascada. La había visto hacía escasos dos días con la misma vitalidad de siempre. 


Desde el día que nos conocimos, tuve un sentimiento especial hacia ella. No sabría cómo explicarlo. No ha habido ni un sólo día que nuestros saludos hayan sido desde la distancia. Siempre que nos veíamos, dejábamos lo que tuviéramos entre manos, para aproximarnos la una a la otra y hablar cercanamente.

Caracterizada por su peculiar voz, sus carcajadas y lo risueña que era, aún oigo su voz en alto llamándome desde la distancia. Era una mujer delgada y de baja estatura cuya piel y boca eran los únicos rasgos por los que podías descifrar su edad. Mujer de mucha vitalidad. Pocas veces la vi parada. 

La gente cuenta la historia de su cabra al hablar de su repentina partida. Historia que a muchos nos gusta creer. Hally, de forma especial y poco normal aquí, estaba muy unida a su cabra. Ésta la seguía a todas partes. Siempre que visualizabas a Hally, su cabra no debía estar muy lejos. Extrañamente, un día la cabra desapareció y Hally pensó que alguien se la había robado. Días más tarde, la cabra regresó a casa pero tras pocos días murió. Casualidades o no, Hally enfermó al día después y dos días más tarde estaban llorando su muerte. 

Tras la noticia de Kumba, todos se movilizaron. Todos se dirigieron a casa de Hally. Casa situada detrás de la nuestra, a escasos 50 metros. Todo el pueblo se concentró en aquella casa. Las mujeres rodeaban la casa de la parcela de Hally bajo las pequeñas sombras que daban los tejados y el único árbol cercano a la casa. Los hombres quedaron agrupados fuera de la parcela de Hally. Me uní a las mujeres, que sollozaban en bajo. De repente, tras el grito de una mujer, todas empezaron a llorar y clamar enérgicamente. Los lloros de todas ellas al unísono eran ensordecedores y llenos de emoción. Me estremecí. Tras un buen rato, cesaron. A medida que pasaba la tarde, mujeres que se acababan de enterar, llegaban llorando y cantando al unísono. Una vez en la casa, se arrodillaban y lloraban con todas las presentes en alto y profundamente. 

No me resulta fácil hablar de esto pero pretendo que visualicéis por un instante su cultura en las tristes despedidas. 

Tras toda la tarde bajo el sol abrasador reculando cada vez más bajo la techumbre, para alejarnos de los rayos del sol, llegó el momento de movilizar el cuerpo de Hally. Durante toda la tarde, hombres más cercanos de la familia se dedicaron a fabricar con bambú la camilla con la que portar el cuerpo de Hally hasta el cementerio. Ese momento fue bastante difícil. Las mujeres gritaban, algunas se caían al suelo, e inclusive, hombres cercanos a Hally lloraban en alto y gritaban clamando a su Dios. 

Como es común en la cultura, una cabra de la familia fue sacrificada en su nombre. En este caso fue la cabra de Kumba y Dauda. Si la familia del difunto no dispusiera de cabras o vacas , la comprarán para sacrificarla en honor a su fallecido. 

Durante ese día y el siguiente, todo el pueblo estuvo la mayor parte del día en casa de Hally. Días después, la casa de Hally seguía rodeada de bastante gente. Familiares de las afueras que aún quedaban en la casa. 

De un modo diferente, que no sé si acertaré a explicar (muchos que ignoren la cultura quizás podrían denominarlo, equivocadamente, despreocupación), al igual que expresan sin pudor su sufrimiento y el gran dolor que sienten por la pérdida de un ser querido, que parece no existir consuelo ninguno, luego saben aceptar ejemplarmente su partida, inclusive la pérdida de un hijo. 

<<Nuestro Dios así lo ha predispuesto. Los que parten nunca estarán solos y los que permanecemos quedamos rodeados de familia. Todos nos reencontraremos en el paraíso>>

Sus vidas no se paralizan. El recuerdo de las personas perdidas no hace daño. Continúan viviendo el día a día.

Para esa cariñosa y risueña Hally

¡Hasta siempre!

1 comentario:

  1. Precioso, Paula. Emocionante. Gracias por compartir todo esto. Me encanta cómo expresas todas tus vivencias y sensaciones.
    Un beso.
    Elena.

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