domingo, 9 de junio de 2013

Curiosidades (II)

Piére, Ibrahima y Moussa construyendo un pequeño corral
Los niños pequeños serán quienes realicen los pequeños encargos, como ir a comprar, llevar cosas a alguien o inclusive transmitir algún que otro mensaje. Serán los chicos adolescentes quienes se encarguen de estos recados a gran escala, yendo a diferentes pueblos lejanos para encomiendas varias o para transportar cualquier tipo de material. 

Por otro lado, las niñas a la edad temprana de 8-10 años ya saben hacer la colada y la comida para toda la familia, y pueden encargarse de los niños más pequeños de la casa. Existen claras diferencias sexuales en cuanto a las labores que desempeñan. 

Las mujeres diariamente se encargan de la comida, de la familia y de la casa así como de regar los cultivos preparados en la época seca. Por la mañana preparan el desayuno: Gosy (arroz caldoso con agua y azúcar, si hubiera) o gosy guerte si la economía lo permite (arroz, cacahuete machacado, leche y azúcar) ¡Riquísimo! Por la mañana también pueden emplear el tiempo en lavar la ropa, limpiar y luego harán la comida. Después de comer descansan, o pueden emplear el tiempo en su mayor hobbie: trenzarse el pelo. Una vez cada dos semanas aproximadamente cambian de peinado. También es habitual pelar cacahuetes recogidos de los cultivos para su posterior venta o para la preparación del ñancatan (arroz con cacahuete machacado). De este hábito nos encargamos más o menos todos, indistintamente, mientras se prepara el té y se aprovecha para conversar. Generalmente son los hombres quienes preparan el té para la familia. Antes de que anochezca, las mujeres vuelven a regar los cultivos (bastante alejados) y al regresar se encargan de la cena y de las duchas respectivas de los hijos, si es que éstos no son lo suficientemente mayores como para hacerlo solos. A partir de los 3 años, los niños son autosuficientes para ducharse, aunque eso no quita que sea la madre quien los duche a menudo. ¡Y son duchas a conciencia! ¡No verás una mota de suciedad en ellos cuando terminen! 

El ritmo diario del hombre es algo distinto. Así como las labores de la mayoría de las mujeres suelen ser parecidas, las labores de los hombres pueden variar algo más. En la estación seca, los hombres dedican su tiempo a arreglar la casa y prepararla para la época de lluvias, desplazándose hasta el bosque en busca de troncos de árboles, bambú y grandes hojas de palmeras. Este es uno de los puntos en los que intenta mediar también el Instituto Jane Goodall, respetando ante todo sus hábitos y costumbres pero ofreciendo alternativas de conservación del bosque debido a la alta tasa de deforestación en determinados puntos de Senegal. 

Todos se ayudan cuando toca arreglar un tejado o cualquier cosa que necesite bastantes manos. Si el arreglo queda reducido a un cercado, a construir recintos para el ganado, construir las típicas terrazas para el asiento de la familia o a delimitar con bambú el espacio de los cultivos para la época de lluvias, lo hará únicamente el hombre de la familia y los niños ayudarán en ello. Es el hombre quien se encargará también de la alimentación del ganado, siendo éste quien vaya al bosque en busca de hojas de Bani durante la época seca. El hombre es quien arregla cualquier desperfecto, incluyendo las roturas de la ropa. Si, ¡es el hombre quien cose! 

Los hombres no tienen tantas rutinas diarias y continuadas como las mujeres así que tienen algo más de tiempo que emplean en jugar a las cartas o a las damas mientras toman té y conversan un rato; pero si la familia escasea de dinero para aportar las necesidades básicas de alimento o necesiten construir y aumentar el recinto familiar, serán ellos quienes se desplazarán bastantes kilómetros para trabajar durante semanas o inclusive meses. Trabajarán catorce horas diarias y regresarán a casa cuando hayan recaudado el dinero suficiente. Los trabajos suelen estar relacionados con la construcción así como con la búsqueda de oro, éste último en condiciones bastante precarias. Durante tres largos meses buscando oro pueden ganar unas 350.000 CFA (aproximadamente 500 euros), que les servirá para aprovisionar de alimento a la familia durante bastante tiempo e incluso para construirse una buena casa (aproximadamente 225.000 CFA, unos 345 €).

También existen algunos hombres que tienen el trabajo lejos del pueblo y están prácticamente casi todas las horas del día fuera. Otros tienen a su cargo grandes cultivos o pequeñas tiendas de alimentación, y otros como Wandoo, tienen el gran trabajo de conservar chimpancés ;) 

P.D.: Me olvidé de mencionar en la anterior entrada a mis queridas avispas y abejas y sus queridos aguijones y ampliar la cantidad de bichos visualizados con uno que generó en mí un asombro poco común. ¡Creo que ha sido de las pocas veces que un animal me deja sin aliento! Un escorpión gigante del tamaño de un pie del número 45 (tanto de largo como de ancho) apareció de noche en el recinto familiar. Negro como el carbón, paseaba lento pero seguro. ¡Seguro de que pocos pudieran hacerle nada! Creo que el sentimiento de respeto que le procesaba llegó a convertirse en ¡miedo! Tras que la linterna de Kumba lo detectara y ésta gritara ¡Subajannalai! que es como...¡Dios mío!, llamó a Moussa y Abdoul y éstos de una manera curiosa pero lenta lo atraparon. Cogieron un trozo de rama e hicieron un lazo con el que luego atraparon a gran distancia el aguijón del escorpión mientras que lo inmovilizaban con un palo. Tras enganchar bien el aguijón, lo arrastraron y sin más, lo colgaron de un árbol. Cómo dicen ellos...será vivir o morir. Si intentas hacerlo de una manera menos ortodoxa...¡el veneno podría alcanzarte! De todas maneras, son animales no demasiados rápidos y según ellos, es la picadura del otro tipo de escorpión (mucho más pequeño y de color rojizo) el más doloroso. Yo era sin duda la inexperta y ver como controlaban la situación con bastante calma me hizo entender que quizás no era para tanto! ¡Pero ahí quedó el susto!

¡Hasta pronto! :@

No hay comentarios:

Publicar un comentario