lunes, 23 de septiembre de 2013

Bonito reencuentro :)

Al final de esta entrada del blog adivinaréis quién es la pequeña ;)
Vuelta a la rutina de la vida africana y con algunos impedimentos en torno a la comunicación, electricidad e internet debido a la temporada de lluvias, espero poder haceros llegar esta nueva entrada del blog. 

Tras un viaje largo y cansado de Dakar a Kedougou, por no una, sino varias averías en el autobús, llegué bastante tarde la mañana del jueves 29 de Agosto. Debido a la tormenta, Dgiby no pudo ir a recogerme en moto hasta allí y por la demora, ya no había sept-place que me llevaran hasta Sègou (a no ser que pagara las 7 plazas del mismo). Por un momento pensé que la pesadez del viaje continuaría hasta el día siguiente teniendo que hacer noche en Kedougou para coger un sept-place a primera hora de la mañana siguiente. 


Esa misma mañana, persistiendo, traté de buscar a alguien que me llevara hasta Sègou y cuando conseguí que un buen hombre aceptara, unos amigos de Kedougou le dijeron que no podría llegar hasta Sègou con ese coche, y es que claro, yo no tenía idea que ahora en la época de lluvias, el camino es bastante complicado para un coche normal, pues no pasaría del primer charco (o bien llamado laguna) generados por el camino. Únicamente los todo-terrenos y las motos son capaces de atravesar el agua sin demasiados problemas. El pobre hombre que había aceptado la propuesta de llevarme por dicho camino (sin nosotros saber los problemas del mismo), me miró y no pudo otra cosa que decirme que no podía llevarme a casa...así que la idea de hacer noche en Kedougou cada vez era más clara. 

¡Hasta que tras dos horas vi llegar mi suerte! Llegaba no en una moto sino en dos! Las justas para mí y mis 46 Kg de maletas. La suerte se llama Djaja y es un amigo del equipo de Jane Goodall, que bajaba a unos estudiantes hasta Kedougou. Vino con otro amigo (de ahí la segunda moto :P ) para bajar al segundo estudiante hasta Kedougou. 

¡Por fin! Tras hora y media de viaje llegaba a Segou. Las lluvias habían transformado el pueblo de Sègou en escasos 50 días. Allí donde existía arena fina cubriendo todo el suelo de un manto pardo, ahora quedaba abrigado por una vegetación exhuberante de intenso color verde. 

Dentro del pueblo, los cultivos han ocupado en gran parte la pequeña dimensión del lugar. Casi todos los caminos quedan cerrados por vallas de bambú que cercan los cultivos locales. Fue un poco complicado atravesar los cercados con las motos y mi equipaje pero al final pude llegar hasta casa y comprobar lo contentos que estaban de volver a verme. Las mujeres saltaban y hasta se les caían los atuendos. Se reían como nunca las había visto. Los niños corrían a saludarme. Los hombres, mucho más serenos, mostraban también su alegría. Fue una sensación intensa que recordaré siempre. 

Existía una necesidad común de ver el reencuentro con mi "ahijada", y es que dos semanas antes de mi llegada a Sègou, la madre de familia tuvo su cuarto hijo (en este caso niña) y ya tenían decidido su nombre desde hacía mucho. ¿Adivináis cuál? Seguramente sea la primera niña senegalesa que se llame...¡Paula! 

Los padres de mi familia trataron de aplazar la celebración del nacimiento todo lo que pudieron para que yo consiguiera estar con ellos ese día, pero los papeles de la residencia en Dakar me impidieron estar el día de la celebración. Por no poder asistir a la misma, los marabúes decidieron que la niña sería mi ahijada pero constaría como segundo nombre, asique realmente la pequeña se llama Haisatou Paula aunque todo el mundo la llama Paula :) 

Luego tocó reencontrarme con Moussa y el resto de amig@s con los que comparto mis días aquí. Sensación también para guardar en la memoria.

Llegué a Sègou el jueves 29 de Agosto y ese mismo fin de semana me desplacé a Dindefelo para recoger a los alumnos del Curso de Investigación Aplicada a la Conservación del Chimpancé del África del Oeste que el Instituto Jane Goodall organiza en la región y los cuales hicieron las prácticas de campo conmigo. 

Poder enseñar aquello en lo que ayudas, crees y además trabajas es gratificante. Tras el paso de las semanas, las condiciones de vida aquí presentes iban fatigando la mente y cuerpo de algunos de ellos pero siguieron conservando las ganas de conocer, observar y aprender. ¡Gracias a todos ellos! 

¡Hasta pronto! :@

4 comentarios:

  1. PAULA, estás haciendo una labora maravillosa!! Sigue trabajando y luchando por tus sueños y objetivos. Así la vida cada día tiene más sentido. Eres nuestra Princesa Senegalesa!!
    Te queremos enormemente.
    Papá.

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  2. PAULA, estás haciendo una labora maravillosa!! Sigue trabajando y luchando por tus sueños y objetivos. Así la vida cada día tiene más sentido. Eres nuestra Princesa Senegalesa!!
    Te queremos enormemente.
    Papá.

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  3. Aunque el camino sea duro, la recompensa del reencuentro ha sido maravillosa. Saludos desde Burgos. Adela, Alejandro y Jose.

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  4. La felicidad compartida siempre es doble. Gracias a todos :)

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