domingo, 3 de noviembre de 2013

En la frondosidad de la selva

Tener los ojos abiertos para poder disfrutar del despertar diario de todas las formas de vida de la naturaleza es una suerte inmensa. A medida que el sol va queriendo más espacio, los pájaros son los primeros en revelar el nuevo día. 

Aves tan variopintas y coloridas como he visto nunca, vuelan y cantan incansables. Luego aparecen los insectos. Mariposas, abejas y libélulas nos inspeccionan al detalle para tratar de identificar esos cuerpos no frecuentes en la densa selva. Por supuesto, entre ellos, se encuentran nuestros compañeros los mosquitos, que si me descuido me acordaré de ellos durante varios días. 

Al caminar entre la densa hierba, nos abrimos paso entre gran cantidad de libélulas, mariposas y saltamontes. Las libélulas vuelan acordes a nuestros pasos pudiendo observar con detalle los vaivenes constantes y melódicos de sus alas. Los saltamontes, tan variados en formas y colores, saltan con ímpetu entre nuestros pies alcanzando siempre las primeras posiciones de la marcha. 

Algunas veces puedes encontrarte con hormigueros, o batallones de hormigas, que generarán en nosotros una huida inmediata para evitar que éstas escalen por tu cuerpo y claven sus mandíbulas de tal manera que puedas perder toda tu timidez y quitarte la ropa frente a quien sea, cuanto antes, con tal de sacarte las hormigas del cuerpo. 

Mis amigos de viaje, los chimpancés, conocerán a partir de la próxima semana a una nueva compañera. Una compañera llamada Celma que nos ayudará a Wandoo y a mí con el trabajo de campo durante tres meses y aprenderemos junto a ella y sus conocimientos en primatología. Intentaré se sienta lo más a gusto posible y espero saboree bien la esencia especial que tiene Sègou y su gente. 

Brian Vincent, portavoz del movimiento conservacionista, ha descrito el impacto que los humanos hemos causado en la naturaleza, la escalofriante velocidad a la que se están extinguiendo las especies animales, con una prosa muy gráfica: "Imaginen que estuviesen escuchando una gran sinfonía (...) la llamada fuerte y sonora de las trompetas, el estremecedor canto de los violonchelos, las exuberantes y aterciopeladas melodías del violín, las eufónicas voces del oboe y el clarinete y los golpes sordos y apagados de los timbales. A continuación, imaginen que los primeros violines fueran silenciados, después las violas, las trompas de llaves y las flautas acalladas, hasta que sólo quedaran los monótonos golpes sordos de los timbales. Eso es lo que los humanos estamos haciendo con la gran sinfonía que conforma la naturaleza (...) Estamos silenciando los cantos de la vida salvaje, cuerda a cuerda, instrumento a instrumento, nota a nota, hasta que sólo permanezca el puro eco de lo que una vez fue la música de la vida" 

Si seguimos destrozando ecosistemas intactos, los investigadores del futuro no podrán hacer comparaciones entre ecosistemas naturales intactos y aquellos que los humanos han alterado para evaluar el impacto de nuestras intrusiones. Básicamente, la naturaleza "real" desaparecerá para siempre. El objetivo principal de los biólogos conservacionistas es mantener la integridad biológica de los ecosistemas, aunque esto signifique que algunos de nosotros tengamos que cambiar ligeramente nuestro estilo de vida y usar menos energía. Marc Bekoff

¿Sabemos los procederes individuales que podemos aplicar para auxiliar a nuestra tierra y dejar un buen futuro lleno de riqueza natural a nuestras siguientes generaciones?

No hay comentarios:

Publicar un comentario