martes, 24 de marzo de 2015

La ONG DA MAN está con nosotros. ¿Y tú? Tu ayuda da vida a Kadidia

Mi vuelta a Senegal no ha sido fácil. Mi gran amiga Kadidia de 19 añitos se puso bastante enferma mientras estuve en España. Hace algo más de dos semanas fuimos al hospital de Kedougou, con las condiciones sanitarias mínimas, manteniendo a una persona cuyos síntomas eran extremos y el factor causante desconocido. A día de hoy, estamos en el hospital Fann de Dakar intentando que se mantenga con vida. Me remontaré al principio de la historia.

Kadidia con su hija Angel

Kadidia llevaba prácticamente un mes enferma pero la última semana empeoró. Tras mi vuelta decidí llevarla a Kedougou. Semanas antes ya había ido ella misma a Dindefelo y Kedougou sin obtener claros resultados. Kadidia empezó a quedarse inconsciente, convulsionar y su cuerpo se volvía rígido mientras intentábamos transportarla en una moto hasta Kedougou. Mientras la desplazaban de nuevo a casa, yo regresé corriendo. Al llegar, vi a las mujeres saliendo de su casa llorando. Temí lo peor. En ese momento mi cabeza se paralizó, solté todo aquello que llevaba en las manos, que ni si quiera recuerdo, y corrí enérgicamente hasta allí. Su hermano dijo que aún no había llegado su final. Aún respiraba. Ahí empezó nuestra lucha por salvarla. Una lucha que también quiero hacer vuestra. 


Esos momentos esperando la ambulancia fueron interminables. Durante esos prolongados minutos demandaba ayuda enérgicamente a cualquier fuerza etérea que la ayudara, llámese para cada uno, Universo, Destino, Fe o Religión. Agradecer a mi compañera Amanda la fuerza que me transmitió durante aquellos momentos. Poco a poco, la gente llegó. Todos rodeaban la casa esperando la mala noticia, noticia que yo no estaba dispuesta a aceptar. Tras media hora, la ambulancia llegó. Una furgoneta muy tétrica y con mezcla de coche fúnebre que nos llevaría al lejano hospital.

 El viaje hasta Kedougou duró casi una hora dando botes y frenazos. La ambulancia entró al hospital y nos costó encontrar un médico de urgencias. Cuando Kadidia fue transportada hasta su consulta, convulsionó de nuevo y su cuerpo de nuevo rígido no paraba de arquearse. Sus ojos en blanco no ayudaban a tener positivismo. Una vez terminó la crisis y la exploración, la llevaron a la sala de urgencias con una vía intravenosa para incrementarla sales y vitaminas.

 Las condiciones y metodologías del hospital de Kedougou distaban mucho de todo aquello que he contemplado desde pequeña. La función de muchos trabajadores carentes de empatía era hacer bulto, pero también encontramos personas generosas dispuestas a ayudar. Tuvimos suerte de encontrar a varias enfermeras tiernas y afectuosas, una de ellas ex compañera de clase de la infancia de Kadidia.




 Volvimos a Segou con un diagnóstico pobre pero creímos que mejoraría. A los cinco días de volver a casa los síntomas más graves empezaban a aparecer. Empezó a sentir las manos acartonadas y luego le siguieron los pies. Al cabo de tres días ya no podía andar ni valerse por sí misma. Su cuerpo la estaba avisando que algo no iba bien. Era el momento de pedir ayuda, de buscar médicos que nos ayudaran en la distancia.

 Agradezco al médico Adrián de enfermedades tropicales del hospital Vall d’Hebron en Barcelona, a Carlos Costa, médico naturista de la zona de Casamance (Senegal), Cristina Rabell y su marido Laye de Velingara (Senegal) y a Aser Morato, médico burgalesa por su gran ayuda en esos duros momentos. Pero, sin duda, no tengo palabras de agradecimiento suficientes para la pequeña pero a la vez gran ONG que nos sigue desde muy cerca a pesar de la distancia. LA ONG DA MAN -  www.orgdaman.org  nos ha demostrado cualidades magníficas de empatía, comprensión y soporte en estos duros momentos. Agradeceré eternamente a LARA SANTIAGO por dedicarse en cuerpo y alma a nuestra causa, darme las palabras exactas de apoyo y mantenerme con energía y positivismo en todo momento. Asimismo el Dr. Gaye y Biteye, médico senegalés que colabora con la ONG Da Man, nos ayudan a diario desde que llegamos a Dakar interesándose en el estado de salud de Kadidia en todo momento y agilizando ciertos trámites que aquí podrían durar semanas.

 Da Man es una ONG gallega que apoya también casos pequeños y olvidados como éste. Un caso que sin duda toda una gran familia de Segou y Burgos recordará siempre. Esta pequeña ONG sobrevive a base de pequeñas aportaciones de socios (cinco euros al mes) y puedo decir que vivo en persona todas esas magníficas aportaciones. Doy las gracias a aquellos socios comprometidos con esta organización y gracias a la ONG Da Man por estar junto a Kadidia y apoyar nuestra causa.

 Y por supuesto mencionar a mi gran soporte físico y anímico durante estos momentos: ANTARES BERMEJO. Un gran compañero del IJGE que se encuentra junto a nosotras durante estos duros momentos y al que jamás podré agradecer todo lo que está haciendo por Kadidia, por su madre y por mí. Su fuerza interior, apoyo y sentido del humor hacen estos días menos complejos y dificultosos.

 A día de hoy estamos más cerca de encontrar la causa de la hidrocefalia y la presión cerebral que presenta Kadidia y que la ha invalidado por completo manos y pies. Llegamos a Dakar el viernes por la noche, provenientes del hospital de Tambacounda pues sin medios para tratar este caso nos derivaron hasta aquí. Kadidia aguantó el viaje de 16 horas como una campeona. Tras tres días ingresada en urgencias y largas esperas en consultas externas, por fin la han hospitalizado en neurología. Ahora lo más difícil es hacerse cargo de los pagos. Las pruebas necesarias que necesita Kadidia son bastante caras y aquí ninguna prueba se lleva a cabo, por mínima que sea, si antes no tienen el recibo bien sellado. La ONG Da Man no puede hacerse cargo de todos los gastos con lo que necesitamos apoyo económico por parte de otras personas físicas u organizaciones.

 Si eres una niña o una mujer joven senegalesa, sin un hombre directo que cuide de ti, ya sea un marido o un padre…lo tienes complicado, como en el caso de Kadidia. La absoluta dependencia económica de las mujeres es abrumadora. Las mujeres trabajan a destajo pero cuando enferman a veces cuesta ver solidaridad. Durante este mes que ha estado enferma, no ha recibido apenas ayuda por parte de prácticamente nadie, ni siquiera de sus hermanos. La solidaridad que en este caso no visualicé en Segou, la veo entre pacientes y familiares ingresados en el hospital.

 Está claro que la sanidad está al alcance de unos pocos. Los precios desorbitados de los análisis, los tratamientos de recuperación y los medicamentos únicamente pueden permitírselo una pequeñísima parte de la población. Pero, eso no implica, que la solidaridad entre familias, por poca que sea, ayude a contribuir un poco en los mínimos tratamientos.

 No silenciaré mis pensamientos, expresados siempre de una manera respetuosa y cuidadosa. Una vez todo acabe, esperemos con final feliz, y volvamos a Segou me reuniré con los hombres de mi familia para generar un debate tranquilo y productivo sobre todo esto. Saben ser solidarios en muchos aspectos de su vida; hagamos que este también sea otro.

Kadidia gran amiga


 No tiene que ser fácil ver como tu cuerpo deja de responder y no tener la certeza de una recuperación fiable. Cada día trabajamos con el estado anímico de Kadidia cuando la medicación nos deja interactuar con ella. Confiamos en su recuperación pero necesitamos vuestra ayuda.

 Todas aquellas personas que quieran colaborar, por poco que sea, en proteger la vida de Kadidia, pueden ponerse en contacto con la ONG Da Man – www.orgdaman.org o directamente conmigo a través de la aplicación móvil whatsapp en el número de teléfono 605335799. Gracias a todos y espero daros buenas noticias pronto.


Donaciones a ES07 2100 2344 8102 0017 6522 - La Caixa - DA MAN - ONG

Y también ES92 1465 0100 9117 1444 6408 - ING Direct - Paula Álvarez

Concepto: Ayuda a Kadidia - Segou






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 Dakar, 24 de Marzo de 2015

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