jueves, 2 de abril de 2015

¡Kadidia sigue con nosotros!¡Primera operación con éxito!

Antares y yo junto a Kadida, días antes de su operación.
Desde que salimos de Segou, los días están llenos de esperas. Desde que empieza el día hasta que acaba, siempre esperas algo. Esperas que te escuchen. Esperas la fecha de alguna prueba. Esperas unos resultados. Esperas un diagnóstico. Esperas una ambulancia que parece nunca llega. Esperas a los médicos para plantearles las mil preguntas que tienes en mente. Esperas estar en la lista de operaciones y esperas el momento que por fin te toque entrar a quirófano. Esperas y esperas. 

Después de quince días esperando tras salir de Segou, por fin nos dieron una fecha exacta de operación. Kadidia tenía que entrar a quirófano a primera hora de ayer, y no fue hasta las cuatro de la tarde que eso sucedió.
Estuvo desde el día anterior sin comer ni beber. Ella misma se dio cuenta como personas que se suponía estaban detrás de ella en la lista de operaciones pasaban antes. Una mujer que incluso andaba y reía mientras bajaba a operarse estaba delante de ella. Kadidia con los ojos llorosos me decía que fuera tras los médicos (algo que llevaba haciendo desde las 8 de la mañana) pues no entendía porque seguían sin bajarla a operar. Tenía dolores, sed y hambre. Estaba muy cansada. No podíamos decirla otra cosa que siguiera siendo fuerte y valiente. Que debía ser paciente. Dos días antes de la operación la conectaron a una máquina de oxígeno pues empezó a presentar problemas respiratorios y daba coraje ver cómo era prioridad una persona que en principio parecía presentar mejor estado de salud que ella. Por segunda vez, mi paciencia se desbordó. Desde hace semanas aceptamos, con cierta impotencia, todos los cambios de diagnósticos y tratamientos, por desacuerdos y discrepancias entre neurólogos y neurocirujanos, pero jamás aceptaremos que jueguen con la sensibilidad de Kadidia. 

La operación no era fácil. Los neurocirujanos tenían que manipular una zona bastante sensible. Nos avisaron de las complicaciones de la operación, aunque literalmente tuvimos que perseguirlos para que nos explicaran qué la harían y los riesgos de la intervención. Dijeron podía morir durante la operación o incluso quedar tetrapléjica, pero no había otra opción. Tenía que ser operada y teníamos confianza en que todo iría bien. Kadidia ha sido muy fuerte desde que todo esto empezó y seguiría siéndolo, dejándonos a todos perplejos día tras día de su fortaleza. 

En ciertos momentos sin dolor,
trabaja la movilidad de las manos.
Por supuesto, el miedo y la inseguridad vino a nosotros en algún momento. El camino no ha sido fácil hasta llegar aquí pero el camino no podía acabarse así asique fuimos positivos hasta el final. Durante todo el tiempo de la operación agarramos fuerte el guru-guru (amuleto) que Kadidia llevaba en la cintura desde hacía mucho tiempo y que la mandaron romper y quitar para entrar a quirófano. La dimos energía desde fuera. Seguíamos estando junto a ella. 

No fue fácil decir a los amigos de Kadidia y a su madre las complicaciones de la operación pero eran los primeros que tenían que saber qué sucedería si las cosas no iban bien. Tenía la obligación de ser sincera con ellos por difícil que fuera. A partir del momento que se lo comuniqué, aumentaron los momentos de rezo. Todas sus plegarias conectaron con Kadidia. 

Fuimos unas cuantas veces a preguntar si Kadidia había salido. Como siempre, y a diferencia de la persona típica y tranquila senegalesa, nosotros fuimos más inquietos. Seguimos siendo preguntones e insistentes. Creo que eso nos ha llevado al lugar donde hoy estamos. Antes de acabar la operación nos cruzamos con otro neurocirujano que estuvo en parte de la operación y lo único que nos dijo es que ya estaban acabando. Esa frase nos liberó parte del peso que llevábamos encima desde hacía una hora y media. Analizamos mentalmente esas palabras una y otra vez y no detectábamos la parte negativa en ellas. ¿Todo habría salido bien? 

Un policía nos avisó que ya la veía. Kadidia ya había salido. Antares fue casi corriendo y yo apresurada detrás. Verla sobre la camilla hablando a medias con el neurocirujano acabó de quitarnos todo el peso de encima. Todo había salido bien. El neurocirujano nos explicó que Kadidia presentaba un quiste aracnoideo que la rodeaba y presionaba fuertemente la médula. Extrajeron con éxito el quiste y nos dijeron debían hacerla pronto otra operación. 

Días antes nos comunicaron que esperarían a ver si la hidrocefalia que presentaba disminuía por sí sola una vez extirpado el quiste pero tras la operación nos aseguraron que pronto la drenarán el líquido de la cabeza para disminuir la hidrocefalia por temor a que la propia hidrocefalia regenere el quiste recién operado. 

Días antes de su operación. Kadidia, auténtica campeona
Tras poco más de 24 horas de la operación, Kadidia continúa tumbada y se hidrata y se nutre a través de líquidos y perfusiones. Ya la hemos sacado alguna sonrisa. Puede comunicarse con nosotros cada vez mejor y no vemos la hora y el día en que pueda mover algún dedo del pie. Según dicen los médicos, si no existe ningún tipo de complicación, los resultados deberían empezar a verse en unos cuatro o cinco días. Seguimos optimistas y con fuerzas. Kadidia está demostrando su valentía y fuerzas de vivir. Nosotros seguiremos demostrándola que estamos con ella y continuaremos estando junto a ella hasta el final. 

Desde que salimos de Segou llevamos gastado un alto presupuesto e iremos por la mitad del proceso. Aún queda la pequeña cirugía y drenaje de la cabeza, todas las pruebas de control, postoperatorio y rehabilitación. Un presupuesto prácticamente IMPOSIBLE para ninguna de las familias de la zona donde provenimos. 

Agradezco a todas las personas que estáis apoyándonos tanto emocionalmente como económicamente desde lejos. SIN VOSOTROS ESTO NO SERÍA POSIBLE. TODOS FORMAMOS PARTE DE ESTO. Agradezco también a mis compañeros del IJGE su apoyo y preocupación durante la operación. Su simple presencia y la energía adquirida con las ricas comidas que nos trajeron, nos ayudó a sobrellevar ese difícil momento :) Agradecemos también la enorme ayuda que nos ofreció Javi abriendo las puertas de su casa a dos desconocidos para alojarnos día tras día. A los grandes amigos de Segou (Galle, Sira, Haouka, Tamba, Sadio, Adama e Idirissa) que estudian aquí en la Universidad de Dakar y que apoyan a Kadidia y nos ayudan también día tras día. Y por supuesto, reconoceremos siempre la inolvidable ayuda de nuestro amigo Joel y su mujer, acelerando todos los procesos internos del hospital, desde la hospitalización en neurocirugía hasta la propia operación de médula, empatizando plenamente con nosotros y respondiendo con rapidez a cada una de nuestras necesidades. 

Seguimos poco a poco. Seguimos pasito a pasito. Pronto será la segunda y esperemos última intervención. Seguiré dándoos noticias. 

Un saludo desde Dakar 

Todo esto terminará bien y si no termina bien es que aún no ha terminado 

¡Hasta pronto!:@ 

Todas aquellas personas que quieran colaborar, por poco que sea, en proteger la vida de Kadidia, pueden ponerse en contacto con la ONG Da Man – www.orgdaman.org o directamente conmigo a través de la aplicación móvil whatsapp en el número de teléfono 605335799. 

ES07 2100 2344 8102 0017 6522 - La Caixa - DA MAN – ONG 

ES92 1465 0100 9117 1444 6408 - ING Direct - Paula Álvarez 

Concepto: Ayuda a Kadidia - Segou

Gracias a todos

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